lunes, 9 de enero de 2012

Nos lo tenemos que creer

Pues así es, tal y como os digo, “mamá, lo de Papá Noel y los Reyes Magos nos lo tenemos que creer”. He ahí una más de sus conclusiones, afirmaciones o como queramos llamarlo. Y es que, por si no lo teníamos suficientemente claro, Irene es atea, no se cree nada, o mejor dicho, por interés se cree lo que le interesa.
Esta es de las últimas cuestiones que se plantea en materia religiosa, pero no la primera. Comenzó hace poco más de un año, cuando empezó 1º de primaria y cambió de maestra de religión. (A decir verdad, gustosamente hubiese ido a cursar “alternativa” desde el principio, pero el desconocimiento de cómo sería el pueblo y su gente, nos llevó a matricularla en esta asignatura). Comenzó con preguntas del tipo: “¿a qué mi padre se llama…? ¿a qué solo podemos tener un padre y una madre?” para terminar en: “pues eso de que Dios es el padre de todos, yo no me lo creo, y que Dios creó al hombre de barro y a la mujer de una costilla del hombre menos. Y nos dice la seño que creó el mundo en seis días y el séptimo descansó. ¿Y es que ella no sabe que hay una teoría de la evolución?” Lo mejor es escuchar con que contundencia lo afirma. Nos hacía gracia, algo que a ella le sienta fatal.
De esta forma, llegaron las notas y claro está, en religión un bien y un monumental enfado por parte de la criatura. Y es que su conclusión era que “la seño no quiere que le haga esas preguntas en clase y nunca me responde porque sabe que tengo razón y que eso que cuenta no hay quien se lo crea, ¿a qué sí mamá, a qué tengo razón?”
En esta circunstancia termina el curso, sin volver a hacer preguntas incomodas, pero con la seguridad que le daba el saber que se iba a cambiar de asignatura el siguiente curso. Con ello termina el primer trimestre del 2º curso y comienza la Navidad y como no podía ser de otra manera de nuevo las preguntas.
Supongo que aquí, como en otros lugares, se ha extendido la costumbre de colgar en las ventanas Reyes Magos o Papá Noel trepando, así como telas con la imagen del niño Jesús, donde se puede leer en algunos de ellos “Dios ha nacido”. Para que queríamos más.


“Dios ha nacido, ¿pero el que nace no es Jesús? Además en todo caso sería su cumpleaños, o que pasa, ¿qué nace todos los años?. Bueno, aunque “ellos” dicen que Dios es todo uno, padre, hijo y espíritu santo. Y eso de que vino el espíritu santo y dejó embarazada a la Virgen, pues qué me expliquen cómo porque no me lo creo. Es que  no me creo nada de lo que cuentan. ¿Vosotros os lo creéis? Bueno mamá, una cosa, lo de Papá Noel y los Reyes Magos, eso sí nos lo tenemos que creer”
Y se queda más ancha que larga. Suelta su retahíla, hablando de “ellos” como si fueran de otro mundo y nosotros sin saber que decir. Y preguntándonos, ¿lo sabe o no lo sabe? Creo que no lo ha pensado porque sabe que si piensa sobre ello lo descubrirá. Igual que se da cuenta que llevan barba postiza o pantalones vaqueros, o que el paje es la madre de un compañero de clase, y dice “bueno, no vamos a pensar en esas cosas, porque sino…” digo yo que se daría cuenta de todo. En fin, que tarde en pensar en ello y esa pequeña parcela de incredulidad que aún le queda la conserve aún unos años.  

6 comentarios:

  1. Un tema espinoso, yo a los míos en cuanto empezaron a hacer preguntas sobre los reyes magos les dije la verdad, para que luego no me dijeran que los había engañado, pero mientras lo creyeron sin ninguna duda, a mí me hacía mucha ilusión ver sus caras de sorpresa con los regalos, vamos, que a mí todavía me hace ilusión y en casa aún los ponemos la noche antes.
    Un abrazo y paciencia, mucha paciencia.

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  2. Opino lo mismo que JTM es un tema espinoso y delicado.Yo a la mia la llevo a un colegio catolico pero para suerte o desgracia mi hija se cree todo lo que le cuentan en la asignatura de religión.No sabes el disgusto que se ha llevado este año cuando se entero que los Reyes son los padres!!! estuvo toda una tarde llorando aun asi, ha decido que a ella sus ilusiones no se las quita ni dios!!! y que piensa seguir creyendo.Un abrazo y animo!!

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  3. Lo que he disfrutado yo con mis hijos al ver lo nerviosos e ilusionados que se ponían el día antes, eran todo idas y venidas, saltos, dormían como benditos después de tanto alboroto y nerviosismo. Un día conseguí que mi hijo le viese el rabo al camello de Baltasar doblando una esquina. Estas mentirijillas bienintencionadas pueden parecer una putada que les hacemos al descubrir la verdad de las cosas, no es así, aquí estamos todos los ilusionantes sin traumas de ninguna clase y los ilusionados, ¡ay! los ilusionados, todavía me acuerdo del cosquilleo del día 5 de enero cuando me decía mi madre, “A la cama, que si no, no vienen los Reyes”, que tiempos. Qué bonita es la niñez. Yo soy partidario de que cada niño sea feliz a su manera, al que haga preguntas como las que hace tu hija lo mejor es responderle con la verdad y por supuesto regalarle, eso es una satisfacción universal, al que su inocencia lo haga navegar por los mundos de la felicidad ignorante, mientras que sean niños opino que hay que mantenérsela.

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  4. Yo aún no tengo hijos, pero una amiga sufre cada año cuando sus tres hijos le piden los regalos y le dicen: "No te preocupes, mamá, que tú no los pagan: lo hacen los Reyes Magos y ellos son tres". ¡Bendita inocencia!

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  5. Creo que la ilusión hay que mantenerla mientras se pueda, pero cuando se hace tan evidente que los niños se dan cuenta de la verdad, hay que contarles la verdad.

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  6. Estoy segura de que ella ya sabe la verdad pero, al igual que tu, hasta que sea ya imposible ignorarla, intentará seguir disfrutando de su derecho a ser una niña.
    Un saludo.

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